DEGLUCIÓN
En el acto de deglutir o tragar intervienen más de 30 músculos y seis pares craneales . Se requiere un gran control y coordinación del sistema neuromuscular desde que el alimento se introduce en la boca hasta que inicia su camino por el tubo digestivo.
La deglución tiene tres fases principales: Oral, Faringea y Esofágica. La alteración de una o varias de ellas se llama DISFAGIA
La masticación , la formación del bolo y el control lingual son voluntarios, requieren la colaboración de la persona. Pacientes con dificultad en el cierre de los labios, en la formación de la saliva o en la movilidad y fuerza de la lengua pueden tener problemas en la fase oral… Comen lentamente, mastican mal, dejan residuos en la boca…
Algunos pacientes dejan de comer. La deglución no es eficaz. Pueden tener malnutrición y deshidratación como consecuencia de ello.
FASES DE LA DEGLUCIÓN
La fase faríngea empieza una vez que el bolo traspasa la cavidad oral, se desencadena un reflejo que impulsa el alimento y protege la laringe evitando la penetración de éste en la vía respiratoria. Se llama reflejo deglutorio. Una vez que se dispara este reflejo, el control de la deglución pasa a ser automático, el alimento atraviesa la faringe permaneciendo a la espera de la apertura de la boca esofágica.
Pacientes con retraso o falta de fuerza en el disparo del reflejo deglutorio, debilidad en los músculos faríngeos y en las cuerdas vocales pueden tener problemas de seguridad en la deglución. Tienen riesgo de que una parte del contenido alimentario se aspire hacia la vía respiratoria.
La tos es un mecanismo de expulsión de cuerpos extraños. Algunos pacientes tienen un reflejo de tos débil o ineficaz.
Los problemas de seguridad en la deglución tienen consecuencias graves como neumonías e infecciones respiratorias. Pueden causar asfixia.
La fase esofágica se inicia con la apertura de la boca esofágica, el alimento viaja a través del esófago gracias al movimiento persitáltico de éste . El sistema neuromuscular responsable de esta acción puede estar dañado , el alimento permanece fuera del esófago con riesgo de ser aspirado.
Muchos pacientes con daño cerebral postictus, o alguna enfermedad degenerativa como el Parkinson o la ELA padecen Disfagia por estar alterada la eficacia y/o la seguridad en la deglución.
El diagnóstico especializado de la Disfagiaes fundamental para hacer un tratamiento eficaz que puede salvar vidas y evitar muchas complicaciones a estos pacientes.